Para la mayor parte de la gente el procesamiento sensorial es una actividad del cerebro de la cual no somos conscientes. Cada uno de nosotros tiene un perfil sensorial distinto y esto es lo que puede ocasionar que muchas veces no entendamos los que otra persona siente frente al mismo estímulo. Nuestro cuerpo y cerebro se especializan en registrar todo tipo de información sensorial del cuerpo y del ambiente a nuestro alrededor. El procesamiento sensorial matiza nuestra experiencia en el mundo y tiene un impacto sobre nuestras emociones y pensamientos. Algunos ejemplos de esto son como cuando vamos a un masaje con música New Age y salimos relajados, o como cuando vamos a un partido de fútbol, con mucha gente y ruido y salimos emocionados y acelerados porque nuestro equipo ganó el partido. La forma en la cual este proceso sensorial trabaja impacta nuestra salud y bienestar.
La forma en la cual sentimos, experimentamos y nos emocionamos es crítica y ayuda a nuestro cuerpo a moverse, completar ocupaciones, socializar, y relacionarnos en forma exitosa.
Los 8 Sistemas Sensoriales
Normalmente en las escuelas nos enseñan la existencia de 5 sentidos (auditivo, visual, olfatorio, táctil y el gusto), que son los sentidos que nos permiten recibir información del medio ambiente. Sin embargo, para poder movernos contamos con dos sentidos más (propioceptivo y vestibular), que nos ayudan a percibir nuestra ubicación en el espacio, la conciencia de nuestro cuerpo en forma estática y en movimiento. Y tenemos otro sentido más, el interoceptivo. Este sentido nos permite recibir las señales internas de nuestro cuerpo, como la sensación de la respiración, el dolor, las ganas de ir al baño, el hambre, la sed y el sueño.
Cada uno de los ocho sentidos del cuerpo es necesario para nuestra seguridad y dominio del cuerpo y resultan en una combinación sensorial y afectiva.
La Dra. Jean Ayers, terapeuta ocupacional, psicóloga y especialista en neurociencias propuso que los trastornos de la integración sensorial son como un “embotellamiento en el tráfico” que evita que ciertas partes del cerebro reciban la información para interpretar los sentidos correctamente.
Causas del Trastorno de Procesamiento Sensorial (TPS)
En la actualidad se plantea que el cuerpo y la mente son Sistemas Funcionales Complejos (Siegel, 2020), por lo que es difícil pensar en causas lineales que ocasionen la presencia de ciertas condiciones a lo largo de la vida. Por eso, se plantea que una manifestación como los TPS no son unicausales. Se han encontrados que son heredados, pueden estar asociados a causas prenatales o complicaciones al nacimiento, así como la exposición ambiental de factores no conocidos.
10 Hechos Fundamentales acerca de los TPS
El trastorno de procesamiento sensorial es una condición compleja del cerebro y la mente que afecta el desarrollo de niños y adultos.
Existen cuestionarios, evaluaciones y protocolos de laboratorio para identificar a personas con TPS.
Por lo menos 20% de la población general puede tener esta condición.
En niños que son talentosos, con TDAH, autismo, síndrome de X frágil, la prevalencia de los TPS es mayor que en la población general.
Los estudios demuestran que existen diferencias significativas entre la fisiología de niños que tienen un desarrollo típico y niños con TPS.
La investigación demuestra que existen diferencias significativas en la fisiología entre los niños con TDAH y TPS.
El TPS tiene síntomas sensoriales únicos que no son explicados por otros trastornos conocidos.
La herencia puede ser una causa, pero no la única.
Los estudios de laboratorio sugieren que el sistema nervioso simpático y parasimpático no funcionan de forma típica en niños con TPS.
Los estudios preliminares han sugerido por décadas evidencias anecdótivas que la terapia ocupacional es una intervención efectiva para tratar los síntomas de TPS.
Miller, J. en Sensoryhealth.org, 2021
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